Trastornos de ansiedad (generalizada, de pánico, social)

¿Qué son los trastornos de ansiedad?

La ansiedad es una reacción normal al estrés: la respuesta natural de tu mente y tu cuerpo a los acontecimientos que lo amenazan. Un poco de preocupación y ansiedad es normal para todos; de hecho, puede ayudarte a concentrarte en una próxima fecha límite o presentación, o a enfrentar una situación tensa. Pero cuando la ansiedad es grave, los síntomas continúan durante varias semanas y conduce a un temor excesivo e irracional de las situaciones cotidianas que interfiere con las actividades normales. La angustia ansiosa puede progresar desde algo muy leve hasta devenir en un trastorno paralizante.

Los trastornos de ansiedad son enfermedades graves del cerebro. Cuando no se tratan, los trastornos de ansiedad pueden afectar negativamente las relaciones personales de una persona o su capacidad para trabajar o estudiar. En los casos más graves, pueden hacer que hasta las actividades cotidianas y comunes, como ir de compras, cocinar o salir, sean increíblemente difíciles. Además, los trastornos de ansiedad pueden conducir a una baja autoestima, abuso de sustancias y aislamiento de los amigos y la familia.

Las personas con trastornos de ansiedad creen que el peligro acecha en cada esquina y que algo terrible sucederá si ciertas cosas no se hacen de cierta manera. Esta percepción de sentirse amenazados o en peligro hace que el mecanismo natural de "lucha o huida" de sus cuerpos se acelere. Esta respuesta puede provocar una reacción física genuina a personas, lugares o cosas comunes. Esto los deja en un estado constante de nerviosismo y susceptibilidad.

A diferencia de la ansiedad breve y relativamente leve causada por un acontecimiento estresante (como hablar en público o tener una primera cita), los trastornos de ansiedad duran al menos seis meses y pueden empeorar si no se tratan. Los síntomas de ansiedad son reales y no hay por qué avergonzarse. Además, pueden ser tratados con eficacia.

Hay tres tipos principales de trastornos de ansiedad:

Cada trastorno de ansiedad tiene síntomas diferentes, pero todos giran en torno al miedo y el temor excesivos e irracionales. Otros trastornos de ansiedad reconocidos incluyen ansiedad por separación, fobias específicas y trastorno de ansiedad inducido por sustancias/medicamentos.

+ Signos y síntomas

Las personas que sufren de trastornos de ansiedad frecuentemente experimentan síntomas severos que los hacen sentir extremadamente incómodos, impotentes y descontrolados. Los síntomas incluyen:

  • Preocupación constante
  • Miedo o confusión
  • Pensamientos obsesivos
  • Evitación de personas, lugares o cosas
  • Tensión muscular
  • Debilidad física
  • Mala memoria
  • Sudoración
  • Temblor
  • Inquietud, incapacidad para relajarse
  • Dificultad para concentrarse
  • Dificultad para respirar
  • Mareos
  • Latidos cardíacos rápidos o irregulares
  • Dolor de estómago
  • Molestias y dolores

+ ¿Qué tan comunes son los trastornos de ansiedad?

Aproximadamente 40 millones de adultos estadounidenses, alrededor del 18% de la población mayor de 18 años, se ven afectados por trastornos de ansiedad algún año. Los trastornos de ansiedad también afectan a uno de cada ocho niños. Las investigaciones muestran que los niños con trastornos de ansiedad que no reciben tratamiento corren un mayor riesgo de tener un rendimiento deficiente en la escuela, perderse experiencias sociales importantes y abusar de sustancias.

+ Diagnóstico

Se puede diagnosticar un trastorno de ansiedad si una persona tiene una respuesta inapropiada a una situación, no puede controlar su respuesta y la ansiedad inhibe su capacidad para funcionar durante más de seis meses. Al igual que con todos los tipos de enfermedades, se debe ver a un médico para que realice un diagnóstico adecuado. Después de descartar otras enfermedades, el médico puede recomendar ver a un profesional de salud mental, como un psiquiatra.

+ Tratamiento

Hay tratamientos efectivos para los trastornos de ansiedad disponibles, y la investigación está generando terapias nuevas y mejoradas que pueden ayudar a las personas con trastornos de ansiedad a llevar vidas plenas. En general, las personas son tratadas con medicamentos, tipos específicos de psicoterapia o una combinación de ambos. Ciertas personas pueden responder al tratamiento después de algunas semanas o meses, mientras que otras pueden necesitar más de un año. El tratamiento puede ser complicado si las personas tienen más de un trastorno de ansiedad o si padecen otras afecciones coexistentes. Es por ello que el tratamiento debe adaptarse específicamente a cada persona.

+ Afecciones concurrentes

Los trastornos de ansiedad suelen ocurrir junto con otras enfermedades mentales o físicas, como la depresión o el abuso de alcohol o drogas. Aunque algunas drogas hacen que las personas se sientan menos ansiosas cuando están drogadas, la ansiedad empeora aún más cuando desaparece el efecto de las drogas. En ciertos casos, estas otras enfermedades deben tratarse antes de que una persona responda al tratamiento del trastorno de ansiedad.


Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación persistente, excesiva y poco realista por cosas cotidianas. Las personas con este trastorno experimentan preocupación y tensión crónicas y exageradas. A menudo esperan lo peor, incluso cuando no hay motivo aparente para preocuparse. Anticipan desastres y están demasiado preocupadas por el dinero, la salud, la familia, el trabajo u otros asuntos. Otras veces, la fuente de la preocupación es difícil de precisar.

A veces, la sola idea de pasar el día provoca una reacción de ansiedad. Las personas afectadas no saben cómo parar el ciclo de preocupación y sienten que está fuera de su control, aunque por lo general se dan cuenta de que su ansiedad es más intensa de lo que requiere la situación, y de que es irracional. Sin embargo, la ansiedad suele ser suficiente para causar fatiga, dolores de cabeza, náuseas y otros síntomas físicos.

A diferencia de las personas con otros trastornos de ansiedad, las personas con TAG no suelen evitar ciertas situaciones como resultado de su trastorno. Cuando su nivel de ansiedad es leve, pueden funcionar en entornos sociales y laborales. Sin embargo, si es grave, el TAG puede ser debilitante, haciendo que incluso las actividades diarias más rutinarias parezcan abrumadoras.

+ ¿Qué tan común es el trastorno de ansiedad generalizada?

El TAG afecta a 6.8 millones de adultos, o al 3.1% de la población de los EE. UU., en un año determinado. El trastorno aparece gradualmente y puede comenzar en cualquier etapa de la vida. Con mayor frecuencia aparece en la niñez o la adolescencia, pero también puede comenzar en la edad adulta. Según la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión, las mujeres tienen el doble de probabilidades de verse afectadas. Además, el TAG suelen padecerlo los familiares de las personas afectadas. Los datos indican que los factores biológicos, los antecedentes familiares y las experiencias vitales, particularmente las estresantes, tienen un efecto en el desarrollo de esta afección.

+ Signos y síntomas

Las personas con trastorno de ansiedad generalizada están consumidas por la preocupación todos los días, o posiblemente todo el día. Esto interrumpe las actividades sociales e interfiere con el trabajo, la escuela o la familia. Es más, parecen irritables, nerviosas e incapaces de relajarse. Con frecuencia tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidas, por lo que están cansadas todo el tiempo. Les cuesta concentrarse o su mente se queda en blanco.

El dolor emocional se ve agravado por síntomas físicos, en particular temblores, espasmos, dolores de cabeza, tensión muscular o dolores inexplicables. Las personas que padecen TAG son propensas a sudar o sufrir sofocos, malestar estomacal y a ir constantemente al baño. Pueden sentirse mareadas o sin aliento, o como si tuvieran un nudo en la garganta. Muchas personas con TAG incluso se asustan más fácilmente que otras personas.

+ Tratamiento

Al igual que otros trastornos de ansiedad, el TAG es tratable. La terapia cognitivo-conductual es efectiva para muchas personas, y les ayuda a identificar, comprender y modificar patrones de comportamiento y pensamiento dañinos. Esto permite que las personas con TAG aprendan a controlar su preocupación. También pueden tomar medicamentos. Suelen recetarse medicamentos contra la ansiedad y antidepresivos para tratar el TAG. Además, un plan de tratamiento del TAG puede incorporar técnicas de relajación, meditación, yoga, ejercicio y otros tratamientos alternativos.

+ Afecciones concurrentes

Otros trastornos de ansiedad, depresión o abuso de sustancias a menudo acompañan al TAG, que rara vez ocurre solo; las afecciones concurrentes también deben tratarse con las terapias adecuadas.


Trastorno de pánico

Caracterizado por "ataques de pánico", el trastorno de pánico provoca ataques repentinos de terror que pueden suceder en cualquier momento, en cualquier lugar, repetidamente y, a menudo, sin previo aviso, incluso mientras duermes. Si bien la mayoría de los ataques duran un par de minutos en promedio, ocasionalmente pueden durar hasta 10 minutos. En casos raros, pueden durar una hora o más. Estos episodios de miedo intenso van acompañados de síntomas físicos como dolor de pecho, palpitaciones, falta de aliento, mareos o malestar intestinal. El trastorno de pánico lleva a más personas a buscar atención médica que cualquier otro trastorno de ansiedad.

Algunas personas con este trastorno sienten preocupaciones poco realistas y viven con miedo a tener más ataques de pánico. Se vuelven muy avergonzadas e inseguras, y evitan los lugares donde han tenido un ataque anteriormente. Es posible que no puedan trabajar, manejar, ir a la escuela, hacer la compra, ver a amigos o realizar actividades de la vida diaria. Aproximadamente un tercio de las personas que sufren de trastorno de pánico se vuelven tan consumidas por el miedo que no pueden salir de casa u otros entornos seguros, una afección conocida como agorafobia. Lo bueno es que el tratamiento temprano del trastorno de pánico a menudo puede detener la progresión hacia la agorafobia. De hecho, la mayoría de las personas con trastorno de pánico mejoran con el tratamiento.

+ ¿Qué tan común es el trastorno de pánico?

El trastorno de pánico afecta a entre 3 y 6 millones de estadounidenses y es dos veces más común en mujeres que en hombres. Puede aparecer a cualquier edad, en niños o ancianos, pero con mayor frecuencia comienza en adultos jóvenes. A veces comienza cuando una persona está sometida a mucho estrés. No todas las personas que experimentan ataques de pánico desarrollarán un trastorno de pánico; muchas personas tienen un solo ataque de pánico pero nunca tienen otro. Sin embargo, es importante que quienes tienen trastorno de pánico busquen tratamiento. Si no se trata, el trastorno puede volverse muy incapacitante.

+ Signos y síntomas

Los ataques de pánico se caracterizan por los siguientes síntomas:

  • Corazón acelerado o con fuertes latidos, o palpitaciones
  • Dolor o malestar en el pecho
  • Temblores o estremecimiento
  • Dificultad para respirar o sensación de estar asfixiado
  • Sensación de ahogo
  • Escalofríos, sofocos o sudoración
  • Náuseas o malestar abdominal
  • Sensación de desmayo, inestabilidad o mareos
  • Entumecimiento o sensación de hormigueo
  • Sensación de estar separado de uno mismo o irrealidad
  • Miedo a perder el control o a una muerte inminente
  • Miedo a morir

+ Diagnóstico

El trastorno de pánico se puede diagnosticar en personas que experimentan ataques de pánico, se obsesionan con el miedo a tener otro ataque y, como resultado, cambian significativamente su comportamiento. No es sorprendente que los síntomas del trastorno de pánico, como la frecuencia cardíaca elevada, la sensación de desmayo, la dificultad para respirar y la sudoración, a menudo se confundan con signos de un ataque cardíaco u otras afecciones médicas que amenazan la vida. Por lo tanto, es posible que no se diagnostique a alguien con trastorno de pánico hasta que se realicen exámenes médicos para descartar otras enfermedades graves.

+ Afecciones concurrentes

El trastorno de pánico suele ir acompañado de otras afecciones, como depresión o abuso de sustancias. Las personas con trastorno de pánico pueden automedicarse con drogas o alcohol con la esperanza de sobrellevar o prevenir los síntomas. El trastorno también puede desencadenar fobias, como miedos a lugares o situaciones donde se han producido ataques de pánico. Si alguien sufrió un ataque de pánico mientras viajaba en avión, es posible que desarrolle una fobia a volar.

+ Tratamiento

Por lo general, el trastorno de pánico se trata con medicamentos, psicoterapia o una combinación de ambos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser particularmente útil para tratar el trastorno de pánico. Enseña a los pacientes a ver sus ataques de pánico de una manera diferente y les muestra cómo reducir su ansiedad. La mayoría de los pacientes muestran un progreso significativo después de unas pocas semanas de terapia. Pueden ocurrir recaídas, pero pueden tratarse de manera efectiva.

Los médicos también pueden recetar medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas. Los medicamentos contra la ansiedad y los antidepresivos se recetan con mayor frecuencia para el trastorno de pánico.


Trastorno de ansiedad social / Fobia social

El trastorno de ansiedad social (también conocido como fobia social) es un fuerte miedo a ser juzgado por otros y avergonzado. Este miedo puede ser tan fuerte que interfiere en el trabajo, la escuela o en otras actividades cotidianas. Las personas con trastorno de ansiedad social a menudo tienen un miedo irracional a ser humilladas en público por “decir algo estúpido” o “no saber qué decir”.

Todo el mundo se ha sentido ansioso o avergonzado alguna vez. Conocer gente nueva o dar un discurso en público puede poner nervioso a cualquiera. Pero las personas con trastorno de ansiedad social se preocupan por estas y otras cosas durante semanas antes de que sucedan.

Los afectados tienen miedo de hacer cosas comunes frente a otras personas. Por ejemplo, pueden tener miedo a firmar un cheque frente a un cajero en la tienda, comer o beber delante de otras personas, o usar un baño público. La mayoría de estas personas saben que su miedo es excesivo, pero no pueden controlarlo. Por lo tanto, evitan ir a lugares o eventos donde creen que tendrán que hacer algo que los avergüence.

Para algunos, la ansiedad social es un problema solo en situaciones específicas. Por ejemplo, pueden tener mucho miedo de hablar con un vendedor o de hablar en público. Otros pueden tener síntomas en casi cualquier entorno social y con cualquier persona, excepto con su propia familia. Literalmente pueden sentirse enfermos de miedo en situaciones en que la mayoría de la gente no ve amenaza alguna. Los niños con ansiedad social son propensos a un apego excesivo, rabietas e incluso ausencia de habla.

+ ¿Qué tan común es el trastorno de ansiedad social?

La fobia social afecta a unos 15 millones de adultos estadounidenses. Las mujeres y los hombres tienen la misma probabilidad de desarrollar el trastorno, que suele empezar en la niñez o temprano en la adolescencia.

+ Signos y síntomas

Las personas con fobia social tienden a:

  • Estar muy ansiosas por estar con otras personas y les cuesta hablar con ellas, aunque desearían poder hacerlo
  • Ser muy tímidas con otras personas y a sentirse avergonzadas
  • Tener mucho miedo de que otras personas las juzguen
  • Preocuparse durante días o semanas antes de un evento donde estarán otras personas
  • Mantenerse alejadas de lugares donde hay otras personas
  • Tener dificultades para hacer y mantener amigos

Los síntomas físicos del trastorno de ansiedad social pueden reflejar ataques de pánico. Estos pueden incluir ponerse colorado, sudar profusamente, temblores, náuseas u otros malestares abdominales, latidos cardíacos rápidos, dificultad para respirar, mareos y dolores de cabeza. Los adultos afectados pueden experimentar sentimientos de desapego y pérdida de autocontrol en situaciones sociales. Como resultado, las personas que padecen este trastorno pueden tener pocas o ninguna relación social o afectiva, lo que las hace sentir impotentes, solas o incluso avergonzadas.

+ Afecciones concurrentes

La fobia social suele ir acompañada de otros trastornos de ansiedad o depresión. El abuso de sustancias puede desarrollarse si las personas intentan automedicarse para su ansiedad.

+ Tratamiento

La mayoría de las personas con una afección de fobia social diagnosticada requieren tratamiento profesional para superarla.

La fobia social generalmente se trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente útil para tratar la fobia social. Enseña a las personas diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante situaciones, lo que les ayuda a sentirse menos ansiosos y temerosos. También puede ayudar a las personas a aprender y practicar habilidades sociales. Los medicamentos que se recetan más a menudo para la fobia social son los ansiolíticos y los antidepresivos.


Fuentes:

Instituto Nacional de la Salud Mental
Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales
The Kim Foundation
Asociación de Trastornos de Ansiedad de América