Trastorno de diagnóstico dual
(Uso de sustancias y enfermedad mental)

¿Qué es el diagnóstico dual?

El diagnóstico dual es un término que se usa para describir a las personas que tienen una enfermedad mental y problemas con las drogas y/o el alcohol. También puede denominarse trastorno concurrente. La recuperación y el tratamiento deben abordar tanto el trastorno por uso de drogas como el trastorno psiquiátrico.

Las personas que reciben un diagnóstico dual pueden tener uno o más trastornos psiquiátricos además de un trastorno por uso de sustancias. La compleja relación entre la enfermedad psiquiátrica y el uso o la dependencia de sustancias acaba pasando factura de varias maneras:

  • Una persona con una enfermedad psiquiátrica puede beber alcohol o tomar drogas para aliviar el dolor u otros síntomas de su afección. Dicha "automedicación" de su ansiedad, depresión u otra enfermedad puede ayudarlos a sentirse más tranquilos o mejor un tiempo corto, pero no trata la afección subyacente y puede empeorar la afección.

  • La automedicación frecuente puede crear una dependencia física y/o psicológica del alcohol o las drogas, convirtiendo un problema en dos.

  • Las drogas y el alcohol pueden empeorar las enfermedades mentales subyacentes. Esto puede ocurrir tanto durante la intoxicación (p. ej., una persona con depresión se vuelve suicida cuando bebe alcohol) como durante la abstinencia de una sustancia (p. ej., una persona con ataques de pánico experimenta un empeoramiento de los síntomas durante la abstinencia de heroína).

  • Las drogas y el alcohol pueden desencadenar la primera aparición de una afección psiquiátrica en alguien sin enfermedad mental. Por ejemplo, si un adolescente o adulto joven escucha voces después de tomar drogas y se vuelve paranoico, esa reacción inducida por la sustancia podría provocar un primer episodio psicótico.

  • En otros casos, la dependencia del alcohol o las drogas es la afección primaria. Una persona con un trastorno por uso de sustancias puede desarrollar síntomas de un trastorno psiquiátrico, como episodios de depresión, alucinaciones o delirios.

+ Impactos individuales y sociales

Es menos probable que las personas que consumen habitualmente drogas o alcohol sigan adelante con sus planes de tratamiento. Es menos probable que tomen sus medicamentos según las indicaciones y es más probable que falten a las citas, lo que lleva a más hospitalizaciones psiquiátricas y otros resultados negativos. Del mismo modo, quienes consumen drogas habitualmente tienen menos probabilidades de recibir atención médica adecuada y tienen mayores posibilidades de tener complicaciones médicas graves y una muerte prematura.

Las personas con enfermedades mentales que abusan de las drogas y/o el alcohol y que no reciben tratamiento:

  • Son más propensas a actos impulsivos y potencialmente violentos
  • Tienen más probabilidades de intentar suicidarse y de morir a causa de sus intentos de suicidio
  • Tienen más probabilidades de desarrollar una dependencia física de la sustancia
  • Tienen menos probabilidades de lograr una sobriedad duradera

Las personas con trastornos concurrentes no diagnosticados, no tratados o tratados de forma deficiente también tienen más probabilidades de acabar en la cárcel o de quedarse sin hogar. Si bien se ha demostrado que el tratamiento es efectivo, muchos de los que lo necesitan no tienen acceso a los servicios. Esto es una carga para las personas, sus familias y la sociedad en general.

+ ¿Qué tan común es el diagnóstico dual?

Estudios científicos recientes han sugerido que casi un tercio de las personas con alguna enfermedad mental y aproximadamente la mitad de las personas con enfermedades mentales graves (incluidos el trastorno bipolar y la esquizofrenia) también abusan de sustancias. Un informe publicado en el Journal of the American Medical Association documentó que el 37% de los que abusan del alcohol y el 53% de los que abusan de las drogas también tienen al menos una enfermedad mental grave. Aproximadamente 8.9 millones de adultos son diagnosticados con un trastorno mental y por uso de sustancias. Sin embargo, solo el 7.4% de las personas reciben tratamiento para ambas afecciones y más de la mitad, el 55.8%, no reciben tratamiento alguno.

+ Diagnóstico

Tras el examen inicial, puede ser difícil para un médico determinar si el problema principal de una persona es el uso de sustancias o un trastorno psiquiátrico. Muchos síntomas de abuso grave de sustancias son comunes a otras afecciones psiquiátricas. Por lo tanto, es posible que el individuo deba someterse a abstinencia de alcohol y/o drogas antes de que un médico pueda identificar con precisión un problema mental subyacente.

+ Tratamiento

El tratamiento que aborda las afecciones psiquiátricas y el uso de sustancias al mismo tiempo (tratamiento integrado) resulta más eficaz. Este enfoque ofrece costos más bajos y mejores resultados, tales como:

  • Reducción del consumo de sustancias
  • Mejora de los síntomas y funcionamiento psiquiátricos
  • Disminución de la hospitalización
  • Mayor estabilidad de la vivienda
  • Menos arrestos
  • Mejor calidad de vida

Muchas personas optan por buscar ayuda para poner fin a su abuso de drogas y alcohol a través de la desintoxicación en un hospital o centro de desintoxicación. El tratamiento supervisado con los medicamentos apropiados puede aliviar considerablemente los síntomas y evitar complicaciones graves de la abstinencia de drogas y/o alcohol. Puede tomar de unos días a una semana o más, dependiendo de las sustancias y del tiempo de abuso.

Una vez que se completa la desintoxicación, el paciente puede someterse a rehabilitación simultánea del problema del alcohol o las drogas y al tratamiento del trastorno psiquiátrico. Si bien es posible tratar a las personas con enfermedades mentales mientras aún consumen, el tratamiento de las enfermedades mentales es mucho más eficaz cuando la persona está sobria y participa plenamente en el tratamiento.

Rehabilitación multifacética

La rehabilitación por abuso de sustancias generalmente incorpora psicoterapia individual y grupal, educación sobre el alcohol y las drogas, ejercicio, nutrición adecuada y participación en un programa de recuperación de 12 pasos como Alcohólicos Anónimos. El objetivo no es simplemente abstenerse de las drogas y el alcohol, sino aprender a vivir la vida sin ellos.

Tratamiento psiquiátrico

La naturaleza y la gravedad de la enfermedad psiquiátrica y el trastorno por uso de sustancias, los riesgos o complicaciones asociados y el historial de tratamiento de la persona ayudarán a determinar el nivel de atención adecuado: tratamiento hospitalario, hospitalización parcial o tratamiento ambulatorio.

Psicoterapia

Algunas personas encuentran que la terapia les ayuda a mantener su sobriedad. Esto puede incluir terapia individual (p. ej., terapia cognitivo-conductual), así como grupos de autoayuda como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos o Smart Recovery.

Medicamentos

Los medicamentos pueden ser útiles para mantener la sobriedad, así como para tratar el trastorno psiquiátrico. Un médico puede recetar medicamentos para tratar a personas con alcoholismo u otras adicciones. Por la complejidad de las opciones se aconseja que cualquier persona con diagnóstico dual y sus seres queridos repasen la administración de medicamentos con sus médicos.

Apoyos familiares y sociales

La participación en sesiones de educación, consejería y grupos de apoyo para la familia del paciente también fomenta la rehabilitación exitosa del abuso de sustancias y el tratamiento de un problema psiquiátrico.


Fuentes:

Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales
The Kim Foundation

Enlaces útiles:

Alcohólicos Anónimos

Narcóticos Anónimos

Smart Recovery