Tratamientos psicosociales y psicoterapia

La psicoterapia y los tratamientos psicosociales pueden ser parte de un plan de tratamiento general para las personas que padecen trastornos psiquiátricos u otras afecciones de salud mental. En ciertos casos, es útil incluir a otros familiares si están involucrados en los problemas que deben abordarse.

Los tratamientos psicosociales pueden incluir ciertas formas de psicoterapia (también conocida como “terapia de conversación”), educación sobre una enfermedad mental y su tratamiento, e incluso entrenamiento vocacional y social. Los tratamientos psicosociales para las enfermedades mentales pueden ayudar a mejorar el funcionamiento al mismo tiempo que disminuyen los efectos negativos de la enfermedad.

Un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social, un consejero o un enfermero psiquiátrico autorizados suelen proporcionar estas terapias. El tipo, la frecuencia y el número de sesiones de terapia recomendadas para un individuo se adaptarán a su situación específica y necesidades de tratamiento.

Psicoterapia

Las personas con problemas de salud mental suelen encontrar muy útil la psicoterapia. La psicoterapia implica hablar con un psiquiatra, terapeuta o consejero para abordar los problemas mentales, emocionales y de comportamiento que están causando los síntomas y la angustia. El terapeuta escucha la historia del paciente para comprender cómo piensa y siente, aprende sobre el estrés y las experiencias pasadas que le preocupan, descubre sus fortalezas y lo escucha hablar de sus esperanzas y sus sueños.

En terapia, repasar los pensamientos, tensiones y experiencias pasadas conduce a ideas y enfoques prácticos para tratar problemas personales difíciles. Igualmente importante, expresar lo que está en el corazón y la mente de uno, y sentirse verdaderamente comprendido y aceptado, a menudo brinda esperanza y curación.

Los beneficios de la terapia incluyen:

  • Examinar las conexiones entre pensamientos y sentimientos

  • Lidiar más eficazmente con el estrés y los síntomas

  • Mejorar la autoestima

  • Aprender formas saludables de lidiar con emociones fuertes, como la ira, el miedo y el dolor

  • Cambiar comportamientos que dificultan progresar

  • Sanación de experiencias dolorosas y heridas del pasado

  • Mejorar las habilidades para resolver problemas

  • Enfrentar los problemas con más confianza

Tipos de terapia

Hay muchos tipos diferentes de psicoterapia y los terapeutas pueden tener entrenamiento específico en diferentes tratamientos. Al determinar la terapia o terapias más apropiadas para un individuo, un terapeuta considerará el problema a tratar, junto con la personalidad del individuo, los antecedentes culturales y familiares y las experiencias personales. Cada tipo de terapia tiene ciertas técnicas características, pero la mayoría son bastante eficaces y todas comparten muchos puntos en común.

Es buena idea preguntarle al médico o terapeuta cómo funciona una terapia en particular y qué se espera de ella. Un psiquiatra o psicoterapeuta (o ambos) pueden ofrecer las siguientes terapias para individuos, familias, parejas o grupos.

Los tipos de terapia más comunes son:

+ La terapia interpersonal (TIP)

La terapia interpersonal se enfoca en mejorar las relaciones y ayudar a las personas a expresar sus emociones de manera saludable. La TIP examina las interacciones de una persona con los demás, junto con las emociones problemáticas y sus desencadenantes.

Examinar las relaciones pasadas que pueden haber sido afectadas por un estado de ánimo y un comportamiento distorsionados puede ayudar a una persona a ser más objetiva sobre las relaciones actuales. De manera similar, identificar comportamientos que pueden estar causando problemas puede generar un cambio positivo. Un terapeuta puede ofrecer consejos y ayudar a las personas a tomar decisiones sobre la mejor manera de relacionarse con otras personas. La TIP también explora los principales problemas que pueden contribuir a la depresión, como el duelo, las transiciones personales o los períodos de agitación.

La TIP individual suele ser eficaz para tratar la depresión o la distimia, una forma de depresión más persistente pero menos grave.

La terapia interpersonal y de ritmo social promueve la recuperación a través del desarrollo de un horario diario. Esta terapia también es útil para el tratamiento del TDAH, los trastornos alimentarios y el trastorno de ansiedad generalizada. Las sesiones regulares se enfocan en síntomas específicos, generalmente durante un período de tres a cuatro meses.

+ La terapia cognitivo-conductual (TCC)

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento que se enfoca en la interacción de los pensamientos, sentimientos y acciones de una persona. La parte cognitiva ayuda a una persona a identificar creencias negativas o poco saludables y cambiarlas a creencias o pensamientos positivos. La parte conductual ayuda a una persona a elegir acciones más saludables e interactuar con los demás de manera más efectiva.

A través de la TCC, una persona primero identifica pensamientos o mentalidades negativas, que involucran procesos mentales como percibir, recordar, razonar, tomar decisiones y resolver problemas. Luego, aprenden cómo reemplazar esos pensamientos y mentalidades negativas con pensamientos positivos, lo que lleva a un comportamiento más apropiado y productivo.

La TCC se considera un tratamiento de primera elección para el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastornos de ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Cuando se combina con medicamentos, la TCC también se usa para tratar a personas con esquizofrenia, trastorno bipolar, TDAH, depresión, trastornos alimentarios, trastornos por uso de sustancias y otras enfermedades mentales.

+ Terapia de exposición

La terapia de exposición (también conocida como prevención de exposición y respuesta) es un tipo de terapia conductual que es particularmente eficaz para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). En la terapia de exposición se expone sistemáticamente a un individuo, en condiciones controladas, a la situación que desencadena los pensamientos obsesivos o la reacción de miedo a una experiencia traumática previa. Aprenden técnicas específicas para ayudarlos a evitar reaccionar, y la exposición sistemática reduce el poder paralizante de los factores desencadenantes. En casos de síntomas graves, la terapia de exposición puede combinarse con medicamentos.

+ Terapia conductual dialéctica (TCD)

La terapia conductual dialéctica (TCD) es una forma específica de terapia cognitivo-conductual (TCC). Inicialmente se desarrolló para tratar a mujeres con tendencias suicidas crónicas. Con el tiempo, la TCD se ha demostrado bastante eficaz para tratar y controlar una amplia gama de afecciones de salud mental, que incluyen: autolesiones, comportamiento suicida, trastorno límite de la personalidad, trastornos por uso de sustancias, trastorno de estrés postraumático, trastorno por apetito desenfrenado, bulimia, depresión, y ansiedad. Las personas aprenden nuevas habilidades en sesiones individuales de TCD y luego practican las habilidades en un entorno de terapia de grupo. Algunas técnicas de terapia conductual se combinan con la filosofía de que los opuestos pueden no ser realmente opuestos cuando se miran de manera diferente.

Dentro del modelo de la TCD, debe haber una relación fuerte e igualitaria entre el paciente y el terapeuta. El terapeuta le asegura al paciente que sus comportamientos y sentimientos son válidos y comprensibles. Al mismo tiempo, el terapeuta entrena al paciente para que acepte que es su responsabilidad personal cambiar el comportamiento dañino. El refuerzo positivo proporcionado a través de TCD puede aumentar la motivación para cambiar y reducir los comportamientos autodestructivos al enseñar habilidades prácticas para lidiar con los problemas relacionados con el entorno de la persona.

+ La terapia psicodinámica

La terapia psicodinámica ayuda a las personas a repasar las experiencias, los pensamientos y las emociones de su niñez y juventud, así como las creencias que desarrollaron cuando eran niños. Enfrentar estas experiencias les permite comprender mejor sus problemas actuales y reconocer cómo los patrones de comportamiento que desarrollaron cuando eran niños pueden estar contribuyendo a algunos de los problemas que enfrentan como adultos. A través de este proceso, la terapia psicodinámica ayuda a las personas a ser más conscientes de sí mismas y de sus propias acciones.

Aunque no suele ser un tratamiento de primera línea, la psicoterapia psicodinámica puede ser útil para algunos pacientes con depresión, trastornos de ansiedad, trastorno límite de la personalidad y otras enfermedades mentales. Suele utilizarse combinada con el uso de los medicamentos.

+ Terapia familiar / Terapia centrada en la familia

Cuando una persona padece una enfermedad mental grave, sus familiares a menudo también se ven profundamente afectados. Por lo tanto, es importante reconocer y atender sus necesidades.

La terapia familiar ayuda a la familia a comunicarse mejor, manejar conflictos y resolver problemas juntos. También les ayuda a comprender diferentes formas de expresar amor y lealtad. Las sesiones de terapia familiar generalmente incluyen a todos los familiares afectados, así como al paciente. Las formas específicas de terapia familiar se usan comúnmente para tratar los trastornos alimentarios y el trastorno bipolar.

Además, la terapia familiar puede tratar aspectos de los síntomas de un paciente que son expresiones del dolor y los padecimientos de otro miembro de la familia o de la familia en general. En estas situaciones, la recuperación del paciente puede retrasarse hasta que el dolor del resto de la familia haya aflorado y sanado. La terapia entonces se enfoca en entender el significado de los síntomas y ayudar a los otros familiares a expresar sus propias luchas, para que el paciente no tenga que cargar con su dolor.

La terapia centrada en la familia (TCF) se basa en la idea de que la relación del individuo con la familia es crucial en el manejo exitoso de su enfermedad. Cuando los miembros de la familia participan en sesiones de terapia para mejorar la forma en que se relacionan con el paciente y entre ellos, esto puede mejorar los resultados del tratamiento.

Por lo general, la familia y el paciente asisten juntos a las sesiones. Si bien las necesidades de tratamiento específicas variarán según el paciente y la familia, la TCF generalmente incorpora educación sobre el trastorno, mejora las habilidades de comunicación para manejar mejor el estrés y trabajar juntos como familia para resolver problemas. Durante la terapia, los familiares aprenden a expresar las emociones negativas de manera más constructiva, mientras que el paciente aprende a responsabilizarse de sus propias acciones y bienestar en la medida de lo posible.

+ La psicoeducación

El propósito de la psicoeducación es brindar información para ayudar a las personas a entender mejor los trastornos mentales y las formas de apoyar la recuperación.

Implica enseñar a los pacientes/clientes y sus familiares sobre las afecciones de salud mental, cómo se tratan y cómo reconocer los signos y síntomas. La psicoeducación también se enfoca en formas de prevenir la recaída para que el individuo pueda obtener tratamiento antes de que la enfermedad mental empeore o reaparezca.

Para las familias, los amigos y los empleadores, la psicoeducación puede brindarles estrategias de afrontamiento y habilidades para resolver problemas para relacionarse más efectivamente con la persona que tiene un trastorno mental. Esto les permite ofrecer un mejor apoyo durante todo el tratamiento. También reduce la angustia, la confusión y la ansiedad dentro de la familia, lo que puede ayudar a apoyar la recuperación.

La psicoeducación en combinación con medicamentos se ha utilizado con éxito para tratar a personas con esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), depresión y otras enfermedades mentales.

+ Diagnóstico dual y tratamiento integrado de la enfermedad mental y el trastorno por uso de sustancias

Los servicios de diagnóstico dual son tratamientos integrados para personas que tienen lo que se conoce como trastornos concurrentes: una enfermedad mental y un trastorno por uso de sustancias. Los estudios han demostrado claramente que se produce una recuperación más completa cuando las personas reciben tratamiento para ambos trastornos.

Los servicios de diagnóstico dual integran el tratamiento para cada afección, ayudando a las personas a encontrar alivio de ambas en un solo entorno al mismo tiempo.

+ Tratamiento comunitario asertivo (TCA)

El TCA es un enfoque altamente efectivo basado en equipos que brinda tratamiento y apoyo integrales y adaptables a las personas que tienen una enfermedad mental grave. Los equipos de tratamiento pueden incluir especialistas con experiencia en psiquiatría, enfermería, trabajo social, tratamiento por abuso de sustancias y empleo. Los miembros del equipo trabajan juntos para brindar servicios integrados y de beneficencia.

Otros tipos de terapias que pueden incorporarse en el tratamiento de salud mental incluyen:

+ Arteterapia o terapia expresiva

También conocida como terapia de artes creativas, esta forma de tratamiento puede ayudar a las personas a expresar emociones y pensamientos difíciles a través del dibujo, la pintura, la música, la danza, la escritura u otras formas de arte. Estos actos expresivos son una forma eficaz de promover la curación.

+ Bioenergética

La bioenergética es una de las psicoterapias orientadas al cuerpo más fundamentadas teóricamente. Se enfoca en la forma en que la mente y el cuerpo almacenan traumas que ocurren durante la niñez. Este enfoque permite dos formas distintas de acceder a estos traumas y las herramientas de supervivencia que el individuo usó para ayudar a soportar el dolor. Si bien estas herramientas de supervivencia resultaron esenciales para ellos de niños, son muy limitantes para ellos ahora en la edad adulta. Esta terapia aplica perspectivas mentales combinadas con ejercicios para acceder a la sabiduría del cuerpo.

+ Terapia asistida con animales

Para algunas personas, interactuar con animales como caballos, perros o gatos puede ayudarlos a sobrellevar el trauma, desarrollar empatía y fomentar una mejor comunicación. Los animales de compañía a veces se introducen para promover el bienestar emocional en hospitales, pabellones psiquiátricos, hogares de ancianos y otros entornos donde pueden brindar comodidad y crear un efecto terapéutico leve. La terapia asistida por animales también se ha utilizado como una terapia adicional que puede aliviar los problemas de comportamiento de algunos niños con trastornos mentales.

+ Terapia de juego

Usado con niños, este enfoque incorpora juguetes y juegos para ayudar al niño a identificar y expresar sus sentimientos, y comunicarse con un terapeuta. Observar cómo juega un niño a veces puede ayudar a un terapeuta a comprender mejor sus problemas.


Fuentes:

Cleveland Clinic
Instituto Nacional de la Salud Mental
Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales
Mental Health America

Enlaces útiles

Obtén más información sobre los tipos y aplicaciones de la psicoterapia:

Ficha técnica de datos psicosociales de NAMI