Discapacidades intelectuales
(Retraso mental)

¿Qué es la discapacidad intelectual?

La discapacidad intelectual es una afección diagnosticada antes de los 18 años que involucra deficiencias en las capacidades mentales generales que afectan el funcionamiento. Se caracteriza por déficits en el funcionamiento intelectual (aprendizaje, razonamiento) y falta de las habilidades necesarias para la vida diaria (funcionamiento adaptativo). Anteriormente, esta afección se llamaba retraso mental, término que ya no se usa. Muchas personas llevan vidas productivas y aprenden a funcionar por su cuenta. Otros necesitan un entorno estructurado para tener más éxito.

+ ¿Qué tan común es la discapacidad intelectual?

La discapacidad intelectual afecta a entre el 1 y el 3% de la población. En aproximadamente el 85% de los casos, el grado de discapacidad se considera leve. La mayoría de las veces, no se sabe el origen de la discapacidad intelectual, pero algunos casos pueden atribuirse a cromosomas anormales (como el síndrome de Down), infecciones, exposición a toxinas, traumatismo craneoencefálico, problemas durante el embarazo o el parto y factores nutricionales o ambientales, entre otros.

+ Signos y síntomas

Los signos de discapacidad intelectual en un niño incluyen cualquiera de los siguientes:

  • Ausencia o desarrollo lento de habilidades motoras, habilidades lingüísticas y habilidades de autoayuda, especialmente en comparación con sus compañeros
  • Falta de crecimiento intelectual o comportamiento infantil continuo
  • Falta de curiosidad
  • Problemas para mantenerse al día en la escuela
  • Falta de adaptación (incapacidad para ajustarse a nuevas situaciones)
  • Dificultad para entender y seguir las reglas sociales

+ Diagnóstico

La discapacidad intelectual se identifica por las limitaciones en la capacidad de la persona para funcionar y realizar actividades de la vida cotidiana. Se diagnostica a través de una combinación de pruebas estandarizadas y evaluación clínica. Los síntomas de la discapacidad intelectual deben comenzar durante la niñez o la adolescencia. Los retrasos en los hitos motores, del lenguaje y sociales pueden identificarse a los 2 años. Los síntomas pueden variar de leves a graves. Sin embargo, es posible que los niveles leves no se identifiquen hasta la edad escolar, cuando el niño puede tener dificultades académicas.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría, las deficiencias en el funcionamiento adaptativo deben ocurrir en tres áreas:

Conceptual: lenguaje, lectura, escritura, matemáticas, razonamiento, conocimiento y memoria.

Social: empatía, juicio social, habilidades de comunicación interpersonal, la capacidad de seguir reglas y hacer y conservar amistades.

Práctica: autogestión en áreas como el cuidado personal, las responsabilidades laborales, la administración del dinero, el tiempo libre y la organización de las tareas escolares y laborales.

El funcionamiento adaptativo se evalúa usando medidas estandarizadas con el individuo y entrevistando a otros, como miembros de la familia, maestros y cuidadores. Anteriormente, el diagnóstico dependía en parte de pruebas de coeficiente intelectual a gran escala con una puntuación de 70 o menos. Si bien una puntuación de CI de 70 a 75 indica una limitación significativa en el funcionamiento intelectual, debe interpretarse en el contexto de deficiencias en las capacidades mentales generales y puede que no refleje con precisión el funcionamiento intelectual general.

Un diagnóstico de discapacidad intelectual suele determinar la elegibilidad para los servicios y la protección de los derechos, como los servicios de educación especial y los servicios en el hogar y la comunidad.

+ Afecciones concurrentes

Algunas afecciones mentales, del neurodesarrollo, médicas y físicas ocurren con frecuencia en personas con discapacidad intelectual, como parálisis cerebral, epilepsia y trastornos mentales y del neurodesarrollo como TDAH, depresión, trastornos de ansiedad y trastorno del espectro autista. Por eso también es importante que un especialista evalúe a la persona para ver si tiene otros problemas de salud física o mental.

+ Tratamiento

La discapacidad intelectual generalmente es una afección de por vida. Sin embargo, la intervención temprana y continua con apoyos personalizados apropiados a menudo mejora el funcionamiento y permite que las personas prosperen durante toda su vida. El objetivo del tratamiento es desarrollar al máximo el potencial de la persona. El resultado dependerá de la gravedad y la causa de la discapacidad intelectual, la presencia de otras afecciones, y el tratamiento y las terapias.

Una vez que se hace un diagnóstico, el enfoque está en observar las fortalezas y necesidades de la persona y los apoyos que necesita para funcionar en el hogar, en la escuela/trabajo y en la comunidad. Los servicios para personas con discapacidad intelectual y sus familias brindan apoyo para permitir su plena inclusión en la comunidad. Estos servicios pueden incluir:

  • Intervención temprana
  • Educación especial
  • Apoyo familiar (por ejemplo, servicios de relevo)
  • Servicios de transición
  • Programas vocacionales
  • Programas diurnos
  • Opciones residenciales
  • Manejo de casos

La educación y la formación especiales pueden comenzar desde la infancia. Esto incluye habilidades sociales para ayudar a la persona a funcionar con la mayor normalidad posible. Las personas con discapacidad intelectual a menudo se benefician de la consejería conductual. Los grupos de apoyo también son útiles para las personas y sus familias. Con apoyo adecuado, muchas personas con discapacidad intelectual son capaces de desempeñar roles exitosos y productivos en la sociedad.


Fuentes:

Asociación Americana de Psiquiatría
The Arc
Medline Plus

Enlaces útiles:

Asociación Estadounidense sobre Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo

The Arc

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